Tanto Polonia como Cataluña ofrecen a los inversores extranjeros un conjunto de ventajas, entre ellas destacan: una infraestructura bien desarrollada, beneficios fiscales, subvenciones, y recursos humanos con alto nivel de competencias. Además, los empresarios extranjeros tienen derecho a desarrollar sus actividades empresariales de la misma forma que los empresarios nacionales.
La creación de tu propia empresa o sucursal en Polonia o Cataluña de acuerdo con la ley vigente en estas dos regiones es la manera más rápida y efectiva para entrar en el mercado polaco o catalán. Otros modos son la creación de joint venture con un socio polaco o catalán o exportación e importación directa o indirecta.